El conjunto lo
componen cinco pabellones de diversas funciones: caballos, estudio, guardeses y
casa... Como condición de partida todas las piezas o pabellones podrán cerrarse
totalmente cuando no estén en funcionamiento. Unos grandes portones
motorizados, abren y cierran modularmente cuatro de las piezas pabellón.
Al
abrirse queda un espacio interior totalmente acristalado que atrapa el paisaje.
Exteriormente todas las piezas son de zinc, un material capaz de diluirse en el
entorno. Sin duda lo mejor es el paisaje que se disfruta desde el interior.
Para no imponerse sobre el mismo, desde el principio, buscamos la
horizontalidad de las piezas, una suerte de naves descolocadas y apoyadas sobre
el terreno.
En este proyecto el estudio de arquitectura eligi-on una solución SINGULAR.